Por qué tus llantas te harán pagar más impuesto de matriculación
Con la entrada en vigor del nuevo ciclo de homologación de consumos y emisiones WLTP, los extras que incluyas en tu coche pueden modificar los valores de sus emisiones y que cambie de tramo fiscal, de modo que unas simples llantas pueden llegar a costarte una verdadera fortuna
El ciclo de homologación de consumos y emisiones que hasta ahora ha servido para calcular los tramos fiscales y las etiquetas eco de los coches era un
coladero para los avispados fabricantes, que supieron encontrar los huecos legales. Como de costumbre,
pagamos justos por pecadores y el nuevo ciclo,
denominado WLTP, es mucho más celoso en su misión. El problema es que incluir unas llantas cuyo coste apenas puede ser de 500 euros puede acarrear un incremento en el precio final del coche de más de 3.000 euros.
Hasta ahora
los fabricantes homologaban cada una de las versiones que comercializaban, pero sin tener en cuenta su nivel de equipamiento. Esto les permitía, por ejemplo, homologar una versión con una mecánica potente pero con una dotación básica e incluso calzado con las ruedas de emergencia (más estrechas y con menor fricción) puesto que forman parte del equipamiento de serie y están homologadas para el vehículo. Prácticamente todo valía para reducir al mínimo el valor del consumo y, sobre todo, de las emisiones.
Esto se acabó y
desde el 1 de septiembre, cada vez que modifiquemos la configuración de nuestro coche veremos cómo cambian su consumo y sus emisiones. Ello implica que sea
muy probable que un mismo coche con una misma mecánica cambie de tramo fiscal simplemente por cambiar las llantas, añadir un techo panorámico o incluir una bola de remolque.
Para homologar los consumos contarán los extras equipados
Extras como las llantas, el techo panorámico o los asientos de cuero pueden encarecer mucho la factura final.
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Pongamos por ejemplo un coche cuya versión básica homologue unas emisiones de 107 g/km de CO2. Hasta ahora podíamos añadir todo el equipamiento que quisiéramos que sólo pagaríamos su coste y su IVA. Ahora, además, si tras añadir unos asientos de cuero con reglaje eléctrico, un techo panorámico y unas llantas de 18 pulgadas nos pasamos de 120 g/km,
además del precio de esos extras tendremos que pagar un 4,75% del precio total del vehículo, al pasar al siguiente tramo fiscal por sus emisiones.
Para simplificar las cosas hagamos un caso teórico con cifras redondas, para ello partimos de un coche con un precio matriculado del modelo básico con motor de 105 CV y 115 g/km de CO2 de 10.000 euros y al cual le añadimos los siguientes extras:
- Llantas de aleación de 18 pulgadas por 300 euros
- Techo panorámico por 600 euros
- Asientos de cuero con reglaje eléctrico por 1000 euros
- Bola de remolque por 200 euros
- Paquete sport con faldones, aletines, etc. por 800 euros
El precio final de nuestro coche configurado sería de 12.900 euros, es decir, los 10.000 de partida más los 2.900 euros de los extras. Sin embargo, si esos extras implican un incremento en los consumos y emisiones y nos pasamos de tramo, tendremos que pagar 12.900 + el 4,75% del impuesto de matriculación, es decir, que por unas opciones cuyo coste es de 2.900 euros al final nos acaban “clavando” 13.513 euros, 600 más de lo que habríamos pagado con el ciclo
NEDC antes del 1 de septiembre.
Qué extras saldrán más caros con el WLTP
Los extras que más pueden encarecer el coste final del coche son aquellos que inciden directamente sobre el consumo. En este sentido, incluir un sistema multimedia más completo, una pintura metalizada, sensores de aparcamiento… no afectará demasiado, pero
hay elementos que sí pueden alterar mucho el consumo y que nos pueden salir por un pico a partir de ahora, por ejemplo:
- Llantas más grandes: las llantas de más diámetro son más pesadas, tienen más rozamientos y su aerodinámica es peor, lo cual afecta mucho al consumo.
- Techo panorámico: un techo panorámico añade varios kg extra al peso del coche. Además, el climatizador tiene que trabajar más para mantener el interior a una temperatura adecuada. Esto altera mucho los consumos.
- Portón trasero de apertura eléctrica: también supone un buen puñado de kilos extra.
- Bola de remolque: penaliza el peso.
- Equipo de sonido de alta potencia: los altavoces, los amplificadores y el subwoofer de un equipo de alta fidelidad puede añadir hasta 50 kg extra.
- Paquetes aerodinámicos: los spoilers, alerones, faldones, aletines… la mayoría de las veces no mejoran la aerodinámica para reducir los consumos sino para mejorar el agarre y añaden kilos.
- Climatizadores multizona: también añaden peso
- Asientos de piel: los asientos de cuero son más pesados.
- Reglaje eléctrico de los asientos: ídem.